miércoles, 28 de septiembre de 2011

Una de Buenafuente


Un año sabatico de Buenafuente deja sus secuelas, y una de ellas es la obra que se presenta en el Teatro Apolo de Barcelona desde el día 14 de Septiembre: "El Sopar dels Idiotes".

Historia conocida por muchas, pero distinta en todas sus vertientes, y así lo han demostrado actores como Edu Soto y David Fernández, ambos conocidos en el programa del presentador de Reus.



La mayoría de nosotros recordamos, especialmente los catalanes, al neeeng de castefa, que vivió su época dorada no hace más de dos o tres años, caracterizando como un "cholo" del pueblo marítimo catalán, con su progressive, su tunnig y su chuting, como también lo hace la canción recientemente aparecida de "Jennifer", donde se encasilla a un catalán de "pura cepa" y una chica "chola" de Castelldefels.

Personajes han repetido el gesto del "¿Qué pasa neeng?". ¿Alguien recuerda el gol de Eto'o?

Personaje que a pocos dejaron indeferente de los adictos a Buenafuente.


 Por otro lado la aparición de David Fernández, o mejor conocido como Rodolfo Chiquilicuatre, que apareció como una burla a Eurovisión que llegó más lejos de lo inicialmente pensado y en 2008 llegó a representar España en el certamen.

Pocos olvidaran el chiqui-chichi, el breiquindance, el maikeljason... Con su pegadizo estribillo, y su letra falta de mensaje, aún así, imposible no soltar una carcajada al recordar el perrea perrea.





Estos dos personajes de Andreu Buenafuente han creado la versión de "El Sopar dels Idiotes", una obra que es imposible no soltar más de una carcajada.


Mientras Edu Soto interpreta a un editor de vida acomodada, David Fernández da vida al señor Pinyol, trabajador de la Hacienda Pública y creador de maquetas, o más que creador, obsesivo de sus maquetas con cerillas.

Ambos se encuentran en una noche que hace que la vida de Edu Soto no para da dar vueltas de 180 grados, y agravados por las acciones de David Fernández.


Tampoco vamos a contar la obra, dado que es algo que. evidentemente, es mucho mejor verlo en primera persona. No es una obra recomendable al 100%, pero si lo que se necesita es desconexión y unas carcajadas es la cita perfecta.

Un ejemplo del producto catalán.

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