Justicia

La vida son experiencias, capítulos entrelazados y a la vez independientes, además de ser inalienables y acumulables que se van transformando en la experiencia y a la vez que se van consumando van dejando remanentes a nuestras espaldas, como una especie de mochila, o bien una maleta que nos acompaña a lo largo de todo un viaje, un viaje el cual, al final de todo no te llevas todo esto, sino lo dejas como legado.

Este año, o quizás, sería más correcto decir curso o bien año escolar, ha sido peculiar y caprichoso, en los cuales mi estado de ánimo ha ido de extremo a extremo, en que tenía la impresión que mi mochila se estaba llenando (lo diré claramente) de mierda, realmente se ha estado llenando de un aprendizaje subliminal aparente, en el que he aprendido a levantarme de las largas y dolorosas caídas, de aprender de la gente, de dos personas que, por suerte o por desgracia han pasado por mi vida, y hasta hace recientemente poco el destino, los hechos o cualquier concepto análogo han hecho que desaparecieran totalmente, y todo ello, en un momento inicial por hechos ajenos a mi voluntad, pero las mentalidades, como las cosas, y los ambientes cambian, por lo que he adoptado una postura buscando aquélla que más me beneficie, siendo alejando lo máximo posible a estas personas de mi esfera personal. Es una lástima que todo aquél que ha compartido una parte de mi vida que desaparezca para siempre, pero hay veces que es necesario, ya que la compañía no grata daña al alma, de manera que deja heridas difíciles de cicatrizar y que el paso del tiempo en lugar de ayudar al curso original de éstas, echan sal encima de ellas.

Recuerdo un articulo publicado en este mismo blog hace algunos meses llamado "Volver a enamorarse", gracias a toda aquélla gente que me felicitó por el artículo, orgullosa de él no puedo decir que lo esté, pero sinceramente, cuando se deja hablar al corazón las palabras acostumbran a ser más sinceras. En aquél artículo pensaba que estaba perdida, no sabía mi identidad, dónde estaba ni el sentido de la vida. Con el paso del tiempo estos interrogantes se han ido solucionando, y una de las cosas que he aprendido es a esperar los nuevos que están al caer, ya que cuando solucionas los interrogantes presentes el futuro te brinda con otros nuevos.

En circunstancias pésimas en mi entorno de la esfera personal, concretamente familiar, se agravó el tema con un "adiós" al que yo quería cambiar por un "hasta siempre" y hoy en día... no podría decir lo que querría decir a todo aquéllo, sé lo que me conviene y es pasar página, y ahora mismo es lo que quiero, cerrar el capítulo y llenar todas esas páginas en blanco que tengo por delante, llenar mi maleta tal y como hace un mes y algo más estoy haciendo, y por fin he logrado hacerlo de felicidad, de amor y de respeto. Aún así, es difícil, ya que 8 años no se pueden borrar así como así, no existe el "tippex" en la vida, por lo que a los 6 primeros años les dedico una canción: "He sido tan feliz contigo", algo que es innegable.

En fin, esos seis años acabaron y se convirtieron, para mí, en una especie de tortura psicológica a la cuál no sabía identificar, y por suerte acabaron. Aún así, te agradezco esos seis años, te quise, pero ya no puedo decir te quiero, no sería sincera conmigo misma.

Los dos últimos años, por mi suerte acabaron, de mala manera, mejor dicho, de la peor manera posible, un capítulo de mi vida con un mal final, aunque tampoco podía pedir más, fue una relación que por ambas partes el respeto desapareció, y en una de ellas persistió.

Este final me dio una lección:

Aunque al principio no lo puse a la práctica, al final supe ver que no hay que abandonar nunca, un final no es nada más que un nuevo comienzo, y así empecé a conocer a gente, una persona que me aportó algo más que una amistad y un apoyo, al que agradezco su compañía y comprensión en esta nueva vida, o mejor dicho, nueva etapa.

Esta comprensión no fue recíproca y ha acabado, por lo que he entendido hoy, haciendo daño a ambas partes. Nunca quise hacerlo, de veras, aunque la percepción que me has dado señor Cris, no daré más datos porque sólo tú tienes que saber quién eres, te ha tomado unas molestias que no he acabado de entender, pero en fin, creo que he dejado lo más sumamente claro que nunca fue eso, un blog es un portal donde cada uno pone sus opiniones, y una opinión no es nada más que la percepción subjetiva de una persona en relación a unos hechos, recordándo el artículo de mi sol cangrejo, que como todo sol se acaba poniendo.

Esta persona me hizo de puente hacia la felicidad, ya que realmente, no hay mal que por bien no venga, y ahí llegaste tú, mi complemento perfecto en la vida, aquélla persona a la que he estado esperando 25 años de mi vida, gracias a un reencuentro más que esperado, me vino con el regalo del amor después de muchos años sin tener apenas contacto. PP, te quiero, y estoy contentísima no, lo siguiente por haberte reencontrado y me siento más que afortunada por haberte vuelto a ver y recuperar ese vínculo familiar-amistad que siempre habíamos tenido, y me encanta poder verte cada día. Te agradezco el regalo que me has hecho, una ilusión que tiene su fundamento y no es nada aparente.

A todo esto, hoy me he encontrado con los tres capítulos mencionados, mi adolescencia-juventud, mi puente hacia la felicidad roto, y mi felicidad en el mismo espacio tiempo. Algo que a priori ha sido algo violento, pero sé que la justicia hará lo que tenga que hacer, y las aguas volverán a su cauce, me encuentro en plena vía de la felicidad y bien acompañada, y espero poder llegar hasta, como diría Buzz Lightyear, hasta el infinito y más allá.

Sin nada más que añadir, una antigua amistad me ha traído una nueva felicidad con el don de la oportunidad. Te quiero prima.