jueves, 29 de marzo de 2012

¿Derechos u obligaciones?

Hoy ha sido un día bastante movidito en distintas ciudades de España, aunque de forma intermitente. Una mañana en que se podría decir que a pesar de la cantidad de seguridad que se veía en las calles llegaba a dar miedo pasear por culpa de "4 personas que hacen las voces de 40", por decirlo de alguna manera y dar de algún modo u otro alguna especie de proporción, aunque creo que me he quedado algo corta.

Esta mañana he tenido la "suerte o la desgracia" de caminarme media Barcelona dado a la huelga, ya que el transporte público, además de trabajar con una plantilla que cubría los servicios mínimos tenía unos horarios bastante incómodos, lo que suponía que ir en un comboy de metro era análogo a estar en una lata de sardinas.

Para empezar el día, he cogido la moto para hacer 3 calles (ese era el objetivo), por culpa de los "descerebrados" (lo siento, pero no encuentro otro adjetivo que se les pueda aplicar) he tenido que convertir el trayecto en 7 calles, por no decir las veces que me he tenido que parar y circular con la moto por las aceras.

¿Y la seguridad? Los "Mossos de Escuadra" allí presentes eran como perchas, maniquíes sin más, mientras la gente destrozando mobiliario urbano y los mossos tomando el sol, (eehh... ¿mis impuestos?).

A lo largo de mi caminata por la ciudad condal he visto muestras de estas en diversos lugares, empezando por barricadas, piquetes en diversos comercios de Sagrada Família y por supuesto desproporcionadamente en el centro de la metrópolis.

Dicen que una imágen vale más que mil palabras:
Foto tomada desde Rambla Cataluña hacia la calle Provença, la manifestación está muy bien, de hecho podemos recordar el artículo 16.1 de la Constitución vigente:


Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley.

Pero de la misma manera que se reconoce el derecho a manifestarse también se cita la limitación de mantener el orden público, ejemplo claro que todo derecho tiene como contrapartida una obligación de la cuál en la mayoría de ocasiones se ha dejado de lado.

Hablando con pequeños comerciantes del Eixample planteándose si cerrar no por la huelga sino por miedo a ella, es decir, tener miedo al ejercicio de un derecho ajeno, nos olvidamos de lo que dijo Oliver Wendell Holmes:

El derecho a la oscilación de mi puño termina donde comienza la nariz del otro hombre.

Un principio al que no se ha dado alusión. El pequeño comerciante se ha visto obligado a cerrar su comercio dado al bandalismo. "La Farga", situada en la Diagonal entre Passeig de Gràcia y Rambla Catalunya ha tenido que cerrar por que unos inconscientes no se les ha ocurrido otra cosa que romper cristales y "graffitear" tanto la pastelería como los alrededores.

En la calle de abajo se sitúa un pequeño restaurante llamado Crosmas, que han tenido que atender a sus clientes con las berjas cerradas y con un biombo por miedo a los profanos bandálicos, evidentemente como todo el gremio, con terraza recogida (con intento de destrozarla, no estaría de más añadir) y viéndose obligados a cerrar después de la hora de comer.

¿Los huelguistas se han parado a pensar en algún momento lo que puede suponer en la caja de un pequeño comercio cerrar un día? ¿El derecho a huelga se tiene que convertir en una obligación? ¿Debemos de dejar las imágenes que hemos dejado?
Esto no es derecho a huelga, esto es violencia gratuita y sin fin alguno, no respetando el derecho del semejante, el derecho a manifestarse debe ser equitativo con el respeto hacia los demás.

Otro ejemplo:
Brigadas en todas y cada una de las puertas de El Corte Inglés de Plaça Catalunya, el papel de los mossos inexistente, muchedumbre abucheando a todo cliente que entraba en los grandes almacenes. ¿Respeto?

Por no hablar de la gente que no ha tenido derecho a huelga, trabajadores con jornadas de 8 horas diarias amenazados que se les quitaba 100 euros de la nómina, aunque este tema ya sería meternos en los convenios colectivos, una regularización más que compleja.

En fin, una jornada llena de rabia. Mañana en la prensa internacional se hará más eco la violencia gratuita que no las manifestaciones pacíficas, que realmente las han habido. Sin ir más lejos, medios nacionales como Antena 3, Tele5 o TVE mostrando las huelgas de la geografía española dando importancia a los incidentes catalanes por parte de los grupos radicales.

¡Qué vergüenza de imagen! Creo que no es tan dificil tener un poco de empatía, vivir y dejar vivir, respeto por el prógimo.

En fin, es lo que nos ha tocado, aunque no nos guste los nuevos ajustes jurídicos, por este camino no conseguiremos nada, y mucho menos de Europa, con estas imágenes no me extraña que la Comisión no quiera ayudar a España.

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