jueves, 27 de diciembre de 2012

Soy estudiante, y no sé hasta cuando

Llevo años celebrando las navidades entre libros, apuntes y pergaminos. Llevo años viendo comentarios a los cuales yo me he sumado "Navidad, antes molabas" o "Junio antes molabas".

Hace años, menos de un lustro, cuando la crisis se hacía evidente día tras día, me consolaba con una cosa, a pesar de tener un trabajo el cual me proporcinaba el encubrimiento de mis caprichos pero no mi emancipación, el consuelo era uno: De la manera que están las cosas, lo mejor que se puede hacer es estudiar, pero hoy, ¿en que me apoyo? ¿en que no sé si me servirá de algo? ¿en que no sé si encontraré trabajo? ¿en que no sé si el gobierno me permitirá acabar la carrera? Lo que más miedo me da es que la política española me tire en tierra todos estos años de sacrificio, sin navidades en familia, sin vacaciones de verano plenas, no recuerdo la última vez que estube más de tres semanas en mi pueblo, no recuerdo un San Juan desde los 18 años...

Somos muchos los que nos quemamos las pestañas día tras día para poder ser alguien el día de mañana, como decía Braverman, pertenecer a esa sociedad técnica-profesional que basan su poder en el conocimiento específico, pero volvemos al feudalismo, donde las clases están definidas por la riqueza y la propiedad.

Quiero estudiar, quiero aprender, quiero ser mejor el día de mañana, quiero acabar, quiero estudiar una tercera carrera, quiero tener acceso a una Da Vinci... y cada día que pasa todo ello lo veo más infactible, más remoto, más inalcanzable.

Salvamos a los banqueros pero las nuevas generaciones se están encontrando con situaciones que ni nuestros progenitores encontraron, por primera vez en muchos años se nos priva de la sanidad, de la educación, a pesar de la subida de tasas universitarias (que por cierto nada van hacia la universidad), a pesar del euro por receta, a pesar del 1% de los impuestos de carburantes que van hacia la sanidad, a pesar del porcentaje del IRPF que se destina a la Seguridad Social... Y para el colmo, algo que se ha valorado durante muchos años ha sido la Marató que hace Televisió de Catalunya para causas varias, centrándose cada año en una distinta antes de fechas navideñas; esta año ha sido el cáncer, anomalía que tod@s hemos sufrido de cerca, y sino prácticamente tod@s, con lo que han conseguido llegar a una cuota mayor (de hecho, en mi familia hemos participado) y ver gracias a #Cafeambllet que todo esto ha sido un montaje y que parte del dinero recolectado se ha ido a fines no definidos.

Cada vez me da más asco a la generación a la que pertenezco, a la sociedad donde he nacido y crecido... todo esto forma parte de mí como una cicatriz a la cual no puedo renunciar.

¿Cómo acabaremos? Quiero estudiar, quiero vivir tranquila, quiero vivir de mi trabajo. ¿Cuántas trabas me encontraré más?

No hay comentarios:

Publicar un comentario