martes, 6 de diciembre de 2011

33 años de Constitución Española

Estamos en una semana bastante rara para todos, tres días laborables y dos festivos intercalados, lo que supone al español no ahorro y no consumo. Una semana así supone una pérdida de 12 millones de euros en el sector comercial y una fuerte disminución de la productividad. Tener 3 días de trabajo interrumpidos significa que el trabajador no esté en su máximo potencial.

Por ello, lo que se le ha ocurrido a la patronal es que en casos como este juntar los días festivos, en este caso hacer fiesta lunes y martes, o bien jueves y viernes, de manera que se convertiría en una semana corta. Las fuerzas sindicales han firmado la propuesta, ahora sólo falta una parte, dado que la mayoría de las festividades son de carácter religioso, falta la confirmación de la Santa Sede, hecho algo difícil ya que a medida que pasa el tiempo va perdiendo poder de decisión por la caída de los creyentes, no creo que estén dispuestos a cambiar sus fechas.

La razón de la semana son las fiestas de la Constitución y la Purísima. Ya llevamos 33 años con la Constitución, lo que significa que tenemos una Constitución algo absoleta, ya que los tiempos de 1978 no son los mismos que los de la actualidad, y a las fuerzas políticas sólo se les ocurre cambiar el artículo 135 para limitar la política fiscal del país.
Hoy en día, ¿a quién representa? Estoy dirigiéndome que alrededor de un 40% de la población no la ha votado, y tenemos que tener en cuenta que la población española está bastante envejecida, poniendo datos más objetivos, podemos decir que la población nacida a partir de 1960 no tuvo derecho a votarla por ser menor de edad, lo que significa que la gente que la votó actualmente tiene a partir de 41 años.

No quiero decir que la Constitución sea la causa de nuestros problemas, pero sí un factor importante, ya que una población es un concepto dinámico, y más en 33 años.

Sin ir más lejos en el tiempo, la última ampliación de la Unión Europea fue una de las causas de la crisis, y no porque esté en contra de formar una comunidad europea, sino porque entraron con unas condiciones que les fueron favorables en su día, pero no fueron cambiadas. La solución de la Unión fue dar "pan para hoy y hamble para mañana".

Hoy la Unión Europea se centra en la zona central-occidental, o lo que es lo mismo decir Francia y Alemania. Con un poco de humor, he llegado a escuchar que la Unión Europea es el Titanic, y Merkel y Sarcozy los violinistas que se hunden con él.

Ciertamente es una comparación que le encuentro mucho sentido, ya que se han convertido en la columna de la estructura de la Unión Europea.


Aunque tampoco es justo dar la culpa única y exclusivamente a Europa. Un día me dijo una profesora de historia defendiendo su doctrina "Entender el pasado para entender el presente" y cada vez le encuentro más sentido, aunque deberíamos generalizar, y tal vez no sólo entender sino también aprender de él, es decir, aprender de la experiencia, ser algo epistemológicos, ya que si vemos capitulos de la historia hay ciertos paralelismos que sería algo complicado de concretar, dado que cada crisis en la historia ha tenido sus conjunturas particulares. Hablo de la crisis de 1873 después de la fiebre del ferrocarril, de la Gran Depresión de 1929... crisis a nivel mundial que se repiten a lo largo de la historia.

Es lógico pensar que una economía es algo cíclico, pero una economía sin amortiguadores sociales.... luego nos pasa lo que nos pasa.

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