Mucho ruído y pocas nueces

Una de las noticias más mencionadas estos días de puente ha sido el trágico suceso del Madrid Arena, donde el overbooking se cobró la vida de unos jóvenes por una abalancha en una macrofiesta.

Casi el doble del aforo permitido según se ha podido comprobar en las primeras investigaciones todavía no del todo concluyente, lo que sí que se puede leer por diversos medios fue la falta de control en varias materias:
-No se evitó la entrada de menores
-No se evitó la entrada de droga
-No se controló el aforo

Y para más inri, no se controlaba el macrobotellón alrededor del recinto ni las sustancias con las que se estaba realizando, además, ello conlleva que los últimos asistentes entraran ya en estado de embriaguez.

Estremecedoras imágenes entre tantas, más aún lo son los testigos a los que los medios se pusieron en contacto con ellos, después de una recogida de prensa, se ha encontrado hechos como los dos jóvenes que relatan el momento de pánico, en que varios jóvenes intentaron ayudar pero la seguridad no les permitió, a pesar de que habían chavales que gritaban "cógeme que me muero".

Obviamente, este accidente es de una mala gestión, y así lo está intentado demostrar la hermana de una de las víctimas, en que pide recuperar las entradas para demostrar que el número de entradas vendidas era claramente superior al número que le corresponde al aforo máximo. V2Y se ha puesto en contacto con ellos para poder ofrecerles la ayuda para la difusión por las redes sociales. A todo esto, Katia no fue la única fallecida, debemos sumar 4 más más una chica en estado crítico. A todo esto, sobraba la "salsa rosa" que han hecho los medios: "un novio que vio morir a su novia", o la carta de uno de los padres (Carta de un padre de una de las víctimas).

En fin, fue una mala gestión que no ha sido agradable para nadie, ya que esto crea precedentes en futuros sucesos y conflictos entre padres e hijos donde los progenitores tendrán más miedo de dejar a sus hijos adolescentes a acudir a fiestas. ¿Justo? No, sólo debemos mirar la cantidad de macrofiestas que se han realizado y cuántas han acabado en tragedia, análogamente es como coger un avión, conducir un coche... son hechos aislados que cuando ocurren suenan por todos lados.

Y dejando al margen la tragedia de Halloween, me gustaría añadir una cosa. Las víctimas de la macrofiesta han sido los titulares de las noticias durante todo el puente de todos los santos y el inicio de la semana, y todavía queda toda la instrucción y evidentemente el juicio oral hasta llegar a la sentencia, pero hay algo de lo que no se habla tanto.

Entre las noticias de tamaño no muy grande de los diarios, en algún twitt suelto, en alguna imagen de los numerosos grupos de Facebook... se encuentra algo como lo siguiente:

El gobierno se ha llenado las manos de sangre rescatando antes al sector financiero que al sector privado. Y por no mirar alguna que otra cifra más que alarmante:

No hace falta recordar que los primeros síntomas de la crisis se empezaron a notar en 2007 y que cuando estalló definitivamente la burbuja fue en 2008. Tendremos que mirar las teorías de Durkheim para poder sacar alguna conclusión de ello.

... Y todo esto sin salir de la frontera española, ya si nos vamos unos kilómetros más abajo ya no hay ni punto de comparación, aunque a este paso no creo que tardemos a llegar a un punto paralelamente similar.