Con ganas de afilar las tijeras

Las calles catalanas han hablado y las voces gritaban pidiendo un tijeretazo, pero no económico sinó en el mapa político en que Cataluña se independice totalmente de España siendo el territorio catalán un estado comunitario más.

Cada vez la independencia alcanza a mayor población, y es que no me extraña, los tratos recibidos por parte de España, comentarios de líderes políticos extremeños, por ejemplo, hacen que Cataluña y el resto de España disten cada vez más sus objetivos.

Todos, absolutamente todos, creo que somos capaces de comprender que Cataluña podría estar saliendo de la crisis si fuera independiente de España, dado que Cataluña tiene recursos suficientes para autoabastecerse y sin tener que dar ninguna parte de sus recursos a Madrid. Fiscalmente hablando, aunque los catalanes tengamos la fama de ser unos "careros", "chupasangres" o cualquier otra figura análoga, debemos saber que hay tributos que se justifican en los pagos hacia el estado español.

Cataluña fue la sede hace 20 años de unas olimpiadas, hace 8 años de un Fórum de culturas, y si nos vamos aún más lejos en el tiempo fue la anfitriona de dos ferias internacionales. Turísticamente hablando tenemos gran diversidad, desde unas playas rozando un posible paraíso como Cadaqués, Tossa... hasta pistas de esquí, y por no hablar de la zona interior de Lleida.

Terrassa y Sabadell han sido siempre grandes potencias industriales, la zona rural nos proporciona alimentos de primera calidad, tenemos una actividad empresarial envidiable de cara a otros países...

¿Qué necesidad de España tenemos? Creo que ninguna. No estoy hablando de crear aranceles ni ningún tipo de barreras hacia el exterior de Cataluña, pero sí una autonomía en la gestión de los recursos, una autonomía política, social y evidentemente, económica.

Yo antes no era independentista, pero a día de hoy, el sentimiento independentista crece día tras día, noticia tras noticia, a pesar de que nunca me he sentido, ni me siento catalana, dado que mis raíces proceden mayoritariamente de Galicia, y a pesar que lo digo con la cabeza bien alta, no puedo negar que he vivido en Cataluña desde los 4 años, y por lo visto seguiré aquí durante años, por lo que, un sitio, donde ha acogido a toda mi familia viniendo de diferentes puntos del mapa español, y donde aspiro a tener algún día una vivienda propia, creo que es de fácil comprensión el deseo de vivir en una Cataluña independiente con autogestión de recursos y sin robos.

Y aquí me quedo, con ganas de más recortes, pero sólo de uno en concreto.